miércoles, 4 de mayo de 2016

Memoria Botanica

¿Se desvanece la memoria, tradiciones y costumbres sobre las plantas medicinales en mi familia a raíz del  cambiante  contexto sociocultural?






“Las plantas interfieren en la historia política y moral del hombre; si ciertamente la historia de los objetos naturales sólo se puede considerar como una descripción   de la naturaleza, no es menos cierto-según la definición de un pensador profundo- los mismos cambios de la naturaleza adquieren un carácter legítimamente histórico si ejercen influencia sobre los acontecimientos humanos.” Humboldt y bonpland ideas para una geografía de las plantas. 1803

La naturaleza tiene una fuerte relación con el hombre por motivos tan poderosos como el simple hecho de dar continuidad a la vida humana en este planeta pues finalmente el hombre necesita de la naturaleza y no la naturaleza del hombre, sin embargo la relación se complejiza al hacer parte  también de una relación política, social, cultural, económica donde las mismas plantas,  se hacen testigo del cambio, no solo testigo sino un elemento importante en el proceso cambiante.
Desde la colonización podemos hablar de un sincretismo cultural y una participación de las plantas con un registro histórico conocido  como parte de la expedición científica europea a mediados del siglo XVIII sobre el nuevo mundo, la real expedición botánica dirigida por  José Celestino Mutis con el fin de registrar toda la fauna y flora y que además permitió a esta expedición conocer a través de las plantas las comunidades existentes en los sitios de visita e incluso emitir juicios sobre su constitución política y social ubicando en la escala social más baja a los indígenas y negros como algunos de sus diarios lo confirmaron.
Con lo dicho anteriormente es evidente demostrar que las plantas hacen parte de los procesos históricos de muchas maneras y acercándonos al presente podemos mencionar el cambio en los procesos de cultivo, en la agricultura que marcan un ritmo acelerado propio de la sociedad actual donde todo exige una maduración más rápida, una producción mayor digna de la creciente y vertiginosa vida humana y sus exigencias actuales provenientes de un consumismo excesivo donde la producción y el uso son uno de los pilares capitalistas más importantes. Otro vivo ejemplo de esto es el manejo actual de las semillas con las patentes que afectan el libre tránsito, cultivo y reproducción de la semilla nativa, con la resolución 970  del 2010 del ICA  tal como lo mencionó hace algunos días la representante del polo Alba Luz Pinilla “Y donde quedan las semillas nativas”  se ha generado una expropiación de lo que le pertenecía a todos y  directamente  al campesino y al indígena.
 Todo lo anteriormente dicho para adentrarme en un tema un poco más personal acerca del  conocimiento de las plantas medicinales, un conocimiento tradicional, que actualmente con tono despectivo le llaman menjurjes y que para muchos ha perdido valor gracias al desplazamiento provocado por la medicina aprobada por la ciencia y producida sintética-mente por la rama de la farmacología, es decir que lo que no tiene una comprobación científica no existe.
Sin embargo y a través de los hechos, de la tradición se puede confirmar que en las plantas hay un poder curativo maravilloso que incluso otras ramas de la medicina han aprovechado de alguna manera para la producción de sus medicamentos.
 Cuando recuerdo los momentos con mi familia desde mi niñez, las texturas y los olores se hacen presentes, las plantas recobran vida a través de remedios elaborados por mi mamá, por mi abuela, algunos desagradables que me obligaban a consumir con el fin de curar mi enfermedad, una enfermedad que padecí por varios años y que le puedo agradecer a la naturaleza en gran parte su curación.
Mi abuela transmitió el conocimiento a sus hijas quienes por tradición y buenas costumbres debieron transmitir a sus hijos, pero no ha sido así del todo y va quedando un vacío donde alguna vez existió un conocimiento antiquísimo y maravilloso que ha sido heredado de generación en generación.




Hay cierto desvanecimiento en la  transferencia de dicho conocimiento y cierto desinterés o  enajenación que va borrando el rastro de las plantas en la memoria colectiva de una familia.
Como todo vacío, todo espacio en la naturaleza es llenado de alguna  otra manera por otra información.
Desde la experiencia es posible descifrar algunos motivos de esto, uno de ellos y se podría decir de los más importantes es el cambiante estilo de vida. Dos o tres generaciones anteriores en mi familia son dignas representantes de las personas del campo, que trabajaban la tierra, que curaban enfermedades con las plantas, que eran parteras del pueblo, que el sostén para todos los integrantes de la familia provenía del trabajo directo con la tierra, en la finca, en la hacienda, en el monte y que con el pasar del tiempo han sido engullidos por la selva de cemento que lleva consigo un nuevo estilo de vida, donde hay mayor participación de lo sintético y donde se representa un estilo de vida volcado más a lo artificial donde el paisaje se observa desde la ventana en la lejanía y es visitado en días de feria para descansar del bullicio. Este modo de vida  aleja de cierta manera la tierra, la naturaleza y por lo tanto las plantas, aquellas testigos que cuentan una historia que cambia en el contexto, en el pasar del tiempo, en el ideal y modo de vida del hombre que traza un camino que se aleja de algunas cosas para acercarse a otras.
En todo este proceso cambiante en términos socio económicos se hace presente la idea de homogenizar las cosas para sacar más provecho entonces todos estamos en el sistema de salud actual, debemos consumir las medicinas suministradas por el sistema y nada más, consideramos que esto apoya el desvanecimiento de la medicina a través de la planta.

Esta situación es de gran interés para mí pues hay una ruptura en este desvanecimiento  de la tradición actualmente y es evidente un gran interés en mi madre por rescatar esta tradición con un deseo ferviente y una fe absoluta en que las plantas llevan consigo la solución a muchas enfermedades por no decir todas.                                                                                                              


"Anteriormente había mas contacto con las plantas. Yo recuerdo que mi mamá para cualquier afección nos hacía un remedio con plantas. Claro uno vivía en el campo y era mas fácil, ahora solo se ve cemento y fabricas, la gente solo toma acetaminofen". 
Gloria Inés Osorio.




Hay espacios en los que mi mamá y mi familia procuran una cercanía con las plantas medicinales. El patio es uno de estos espacios con plantas como  la coca, el limoncillo, la sabila y otras que son usadas de manera cotidiana para realizar remedios caseros.




"Sobre este patio no vamos a construir. Como hacen de falta las plantas" Gloria Inés Osorio.








Espacios verdes de mi casa.

Coca

Plantas medicinales como el paico, saúco, manzanilla, calendula, coca, sabila, limón, toronjil, tomillo, limoncillo, eucalipto entre otras han acompañado la tradición familiar.
Marco histórico.

Bisabuela: Trinidad Gil:    Nace en  1906 Chinchiná Caldas.
Abuela: Celmira Gómez Gil: Nace en  1939 en el bajo Español
Mamá: Gloria Inés Osorio Gómez: Nace en el año 1961 en Chinchiná Caldas.
Historia desde 1906 al 2016 son 110 años.

Bisabuela Trinidad Gil. Vivía en el Bajo Español vereda de Caldas crece su hija Celmira junto a sus hermanos en este sitio. Después de esto se fueron  a vivir en Chinchiná Caldas en ese entonces un pueblo. Mi abuela se compromete a sus 14 años matrimonio en el que tiene 4 hijos y aproximadamente 8 años después aproximadamente en el año 1961 viajan a Pereira Risaralda, luego al Dovio Valle del Cauca, después a  la ciudad de Cali donde viven por algunos años hasta que se ubican en el municipio de Yumbo departamento Valle del Cauca.

Se evidencia una transición del campo a la ciudad y finalmente el viaje finaliza en una zona reconocida por su aporte industrial lo que permite evidenciar como este momento nómada en mi familia  genera un cambio en el contexto cultural en relación a las plantas donde el contacto cercano y directo se esfuma a través de cada viaje lo que evidencia una transición importante y  una perdida, un vacío.
También es importante mencionar nuevamente a modo de conclusión que podemos a través de las plantas reflejar un cambio en el contexto económico que desencadena en el campo sociocultural con factores como  la industria,el manejo de las semillas,  el modelo económico, el trato de las plantas y la perdida de espacio verde con fines  e industriales.




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